De confirmarse la noticia del retiro del mejor técnico de todos los tiempos en la NBA, queda una interrogante ¿Quién tomará el trono de Jackson en el futuro cercano? ¿Hay vida después de él en los Lakers? Se imaginan a los Lakers si los médicos le llegasen a recomendar a Jackson que se retirara. Sus opciones irían de entrenadores sin experiencia a entrenadores sin logros comprobables. De modo que pasarían de contar con el único entrenador con una cifra de anillos del campeonato de la NBA que tiene dos dígitos a uno con cero.
Rambis ha ocupado el lugar de Jackson cuando tuvo problemas de salud, y Jackson incluso tiró la idea de que Rambis podía entrenar en los partidos de visitantes en la temporada venidera. Pero ahora, Rambis se ha ido, y su partida dio origen a dos corrientes del pensamiento: Se fue a Minnesota para prepararse para los Lakers, o se fue porque Kobe Bryant no hubiese aprobado su ascenso.
Pero sin importar el estado de la relación de Rambis y Bryant, no pudo haber sido tan fría como la de Jackson y Bryant en 2004, cuando Jackson pidió que cambiasen a Bryant y Bryant respondió públicamente de manera indiferente. Bryant no pidió exactamente el regreso de Jackson en 2005, pero eso no evito que los Lakers lo sumaran una vez más. Ahora, las cosas han resultado bien.
Por supuesto, el regreso de Jackson siguió el primer año de los Lakers sin ir a los playoffs en 11 años, cuando la influencia de Bryant ya no era la misma. Ahora, Bryant les acaba de dar un campeonato, despojando a toda la organización del peso de las consecuencias del intercambio de Shaq. De modo que ha recuperado el poder.
Aunque Jackson evaluará su futuro año a año, se cree que no se quiere ir de un equipo candidato al campeonato mientras que Bryant sea uno de los mejores jugadores de la NBA y además está muy intrigado por la idea de trabajar con Ron Artest.
Si Bryant sigue ejerciendo influencia, otro nombre que tendremos que tener en cuenta es el del entrenador de los New York Knicks, Mike D'Antoni. Ese es otro entrenador por el que Bryant ha demostrado sentir respeto y es una relación que se remonta a la juventud de Bryant en Italia, cuando D'Antoni jugaba allí.
Otro nombre que es probable que reciba el apoyo de Bryant sería el del asistente de los Lakers, Brian Shaw. Cuando la pelea Kobe-Shaq amenazó con destruir al equipo a comienzos de la temporada 2003-04, fue el recientemente retirado Shaw quien regresó de su hogar en Oakland para mediar entre las estrellas. Fue una reunión que se hizo posible debido al respeto que ambos sentían por Shaw, quien siempre fue una de las cabezas más amigables y peladas en los vestuarios.
Shaw mostró su liderazgo durante un discurso previo al partido, antes de la dramática victoria de los Lakers en tiempo suplementario en el cuarto juego de las finales de 2009 ante Orlando. Podemos destacar la gran influencia que tiene el señor Kobe sobre la organización Lakers entonces ¿quien toma las decisiones Bryant o el presidente?.
Si los Lakers quieren experiencia y resonancia con sus fanáticos además de la aprobación de Kobe, ellos podrían ir en busca del entrenador de New Orleans Byron Scott, tres veces campeón como jugador con los Lakers en la década del '80 y cuyo regreso a Los Ángeles para su último año de actividad en 1996-97 coincidió con el año de novato de Bryant. Scott entrenó a los New Jersey Nets y los llevó a dos finales seguidas de la NBA en el 2002 y 2003, y ganó el premio de Entrenador del Año con los Hornets en el 2008. Mientras que Scott dijo estar feliz con los Hornets, a ellos les falta el poder económico de los Lakers y el impulso nostálgico que ejercerá la franquicia sobre Scott, quien creció cerca del viejo Forum en Inglewood. En noviembre, él le dijo al periódico Los Angeles Times que los Lakers son "mi casa. Es una organización que estará metida en mi corazón por el resto de mi vida".
Pero la historia no le garantiza un futuro en los Lakers. Ellos no han hecho un compromiso serio con alguien que saliera de sus mismas filas desde que Pat Riley. Los Lakers han traído a Kareem Abdul-Jabbar, centro de sus cinco equipos campeones en la década del '80, aunque su rol como entrenador especial no tiene ni siquiera un puesto en la banca. Sería difícil imaginarlo dando el gigantesco paso hacia el puesto de entrenador en jefe.
¿Podrá Jackson mantenerse saludable? ¿Puede Bryant seguir en su mejor nivel? Si lo primero supera a lo segundo, todo puede cambiar. Una vez que esos 1.123 juegos de temporada regular y postemporada en sus primeras 13 temporadas se acumulen sobre Bryant, ¿será el trabajo en los Lakers tan atractivo como antes?¿Querrá Jackson aferrarse a él con tanto empeño? Por ahora, la luz de Jackson todavía brilla, aún cuando no ha logrado iluminar claramente a su sucesor.
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