Nos guste o no, Medias Rojas de Boston y Yankees de Nueva York son los dos grandes del béisbol y su rivalidad es una de las mejores cosas, sino la mejor, que tiene para ofrecer la entidad llamada Grandes Ligas.
Por casi un siglo, la rivalidad de Boston y Nueva York ha derrotado la concepción de que en abril no hay partidos dramáticos y que solamente la postemporada y los choques de finales de septiembre para definir los clasificados tienen el privelegio de ostentar categoría de "clásicos". En Grandes Ligas hay una frase para explicar la importancia de los encuentros de postemporada: "En octubre, no hay juegos malos". Bueno, pues entre Boston y Yankees no hay enfrentamientos sin interés. Vamos nada de Barca Real Madrid, ni de Milán, Inter. El verdadero juego de rivalidades lo puedes ver en un Yankees Boston.
El orgullo de sus divisas, la hegemonía de sus territorios, la supervivencia. Eso es lo que importa cuando ambos equipos se enfrentan. No es coincidencia que en casi todos los rincones del planeta (unos más, unos menos) se conozcan los nombres de Real Madrid, Manchester United, Ferrari, Lakers, Yankees, étc. Nos gustan los equipos grandes y aún cuando no nos gusten, adoramos sus rivalidades. Cuando los Medias Rojas enfrentan a los Yankees o Barcelona visita Madrid, los aficionados de los otros clubes no pueden abstraerse del acontecimiento, no pueden escapar de la electricidad que se genera simplemente cambiando de canal.
Es que quiera o no, un juego de estos equipos atraen hasta aquel que no es capaz de ver un juego de béisbol. "River Plate" y "Boca Juniors" son sinónimos de "fútbol argentino", igual que "Chivas" y "América" de "fútbol mexicano". Es por eso que este fin de semana Boston será la capital del mundo del béisbol. La mayor atención de los fanáticos de la pelota estará concentrada en lo que pase en Fenway Park, donde los Yankees estarán de visita por última vez en la temporada regular.
Nueva York barrió en cuatro partidos a sus rivales hace dos semanas en Yankee Stadium II, luego de haber perdido nueve juegos consecutivos (8 en esta temporada) ante sus odiados rivales. Desde que perdieron su último juego ante los Medias Rojas (11 de junio), Nueva York posee marca de 42-19. Mejor aún, los Yankees tienen un asombroso récord de 38-13 desde el 24 de junio, en tanto que Boston ha jugado cerca de .500 (26-24) en ese mismo tramo. Una barrida de Boston (69-51) los acercaría a tres juegos y medio de Nueva York (76-45) y en cierta forma regresaría el interés en la lucha por el primer lugar de la División Este de la Liga Americana.
Pero si los Yankees ganan por lo menos dos de los tres juegos del fin de semana, prácticamente señores tendremos ya un campeón de división. Admitánlo, les guste o no, Boston y Yankees, y su rivalidad, es el plato fuerte del menú anual de Grandes Ligas. ¡Y como nos gusta esta rivalidad!
Algunas personas creen que el hecho de que los Yankees tienen una ventaja cómoda en el Este de la Liga Americana le resta importancia a la serie en el Fenway Park ya que pase lo que pase, los Mulos seguirán siendo los punteros cuando se vayan de Boston. Pero aunque los Yankees barrieron la última serie de cuatro juegos contra sus archirivales, la meta de Nueva York es continuar dominando a los Medias Rojas, esta vez en territorio enemigo. La historia parece favorecer a los Yankees cuando se trata de obtener un pase a la postemporada y dejar fuera a los Medias Rojas. No se puede comparar una serie en agosto con la Serie de Campeonato, pero estos juegos suelen tener consecuencias importantes y después de comenzar la temporada con marca de 0-8 ante Boston, los Yankees saben que los Medias Rojas siempre presentan un reto difícil.
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