Los Tigres de Aragua no escampan de ello. La conclusión de la primera década del siglo XXI trajo consigo el término de la dinastía más grande de nuestra pelota. Los Navegantes del Magallanes le pusieron fin a la dinastía de los Tigres de Aragua al dejarlos fuera de las semifinales este miércoles cuando les ganaron 4 carreras por 3 en el José Bernardo Pérez de Valencia.
Atrás quedó el sueño de poder cumplir la gesta del tetracampeonato.
Atrás quedó el sueño de poder cumplir la gesta del tetracampeonato.
La celebración de los peloteros de los Navegantes del Magallanes, al momento de conseguir el vigésimo séptimo out, en el encuentro del pasado miércoles, es la mejor muestra de la huella que dejó sembrada el conjunto aragüeño en apenas siete años, con el dominio que establecieron en la Liga.
Los turcos, ya clasificados hace poco más de una semana, explotaron de alegría al momento de producirse el ponche de Ramón Castro que aniquiló las aspiraciones bengalíes de acudir a su octava postemporada consecutiva. A pesar de la eliminación, el camino que construyó la divisa maracayera quedará asentado sobre los anales de nuestra pelota rentada nacional.
El mánager, Buddy Bailey, no tardó mucho en adaptar su extraña pero acertada forma de dirigir e inmediatamente al ser contratado consiguió la clave del éxito en este circuito. Su sapiencia en el terreno de juego le permitió acceder a siete finales de manera sucesiva, algo que ni los equipos de mayor trayectoria en el béisbol rentado nacional han logrado.
Más allá de lo acontecido en la presente temporada, haber ingresado de tal forma en los libros de historia del circuito rentado, tiene que satisfacer a los aficionados de un club que se vio diezmado durante el último ciclo del milenio anterior y que resurgió de las cenizas para convertirse en uno de los fuertes contendores de la actualidad beisbolera nacional.
De esta manera, Magallanes le puso punto final a la década de ensueño que hasta este año tuvieron los Tigres de Aragua.
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