Pablo Sandoval va tras los pasos del máximo jonronero en las Grandes Ligas Su nombre estuvo en el anonimato durante 21 años y tres días, mientras labraba su camino hacia el estrellato, hacia el éxito, hacia las Grandes Ligas. Hoy es un joven conocido en la bahía de San Francisco y disputa junto a Barry Bonds, el rey de los jonrones en la historia de las mayores, la preferencia de los fanáticos de los Gigantes. Es Pablo Sandoval, el muchacho sencillo, humilde y tranquilo de Puerto Cabello, como él se autodefine, y a quien le gusta comer hamburguesas y arepas a granel.
El joven que puso al estado de California a sus pies y ahora intenta hacer lo mismo con Venezuela. "Sí, fue toda una locura allá con la gente, con los fanáticos. Apenas tenía tres días con el equipo y ya me comparaban con Barry Bonds, Tony Gwynn, Vladimir Guerrero y Yogi Berra", dice Sandoval, con una sonrisota al estilo Andrés Galarraga, de esas que no abandona mientras habla ni cuando los fanáticos se le acercan. "Esas comparaciones son un factor de motivación muy grande, porque te ponen al mismo nivel de hombres que son leyendas del beisbol", expresa el pelotero de los Navegantes del Magallanes, quien el 14 de agosto se convirtió en el grandeliga venezolano 228 en la historia.
Que los fanáticos y los medios de comunicación pronuncien y escriban su nombre junto al de Bonds emociona mucho a Sandoval. Sin embargo, confiesa que no le gustaría ser como el emblemático jonronero. "Lo respeto mucho, es un tremendo pelotero, uno de los mejores que ha pasado por Grandes Ligas, pero no, no quiero parecerme a él. No es mi tipo de jugador", comentó Sandoval, quien completa: "Yo prefiero a tipos como Omar Vizquel y Bengie Molina, que juegan duro y son más cariñosos, les gusta tratar bien a las personas, a los fanáticos".
Sandoval conoció a Bonds hace dos años, en el spring training de los Gigantes. Pero el gran slugger, fiel a su estilo, no mantuvo ningún tipo de comunicación ni contacto con el venezolano, pese a trabajar en el mismo grupo de bateo. "Solamente lo veía y trataba de aprender de lo que él hacía, pero nunca hablamos. Tú sabes cómo es él", expresó Sandoval. Tras todas las comparaciones que se le han hecho con Bonds y todos los ruegos que los aficionados han elevado para que se convierta en el nuevo "Gigante de la Bahía McCovey", Sandoval asegura, entre risas: "En el futuro no sólo puedo ser como Barry Bonds, sino que también puedo convertirme en un verdadero Pablo Sandoval.
Creo que mi nombre puede llegar a ser más grande que el de Bonds. Ojalá y así sea". El objetivo del venezolano no es fácil de cumplir, pues en estos momentos la distancia que lo separa del "Rey de los jonrones" es de 759 cuadrangulares (Sandoval apenas tiene 3), dos títulos de bateo, ocho Guantes de Oro y siete premios Jugador Más Valioso. "Sé que es muy difícil, pero uno debe tener metas exigentes para dar lo mejor cada día. Siempre se me acercaban y me preguntaban que apodo quería que me pusieran. Yo simplemente les decía que como ellos quisieran", comentó Sandoval. Las dudas de los periodistas en cuanto a cómo definir al jugador criollo, eran porque su estampa, baja y gordita, no es la del prototipo de un gran jugador, de esos que son capaces de dar jonrones, batear para promedio y correr con velocidad.
Pese a sus características físicas Sandoval se dio a conocer en San Francisco, en donde ya nadie lo deja pasar sin pedirle un autógrafo y sin recordarle que será el nuevo Barry Bonds. "Es un gran orgullo", afirma.
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