Ayer, el alma de la fiesta en las menores del Magallanes fue Pablo Sandoval, pero Jesús Montero también llamó la atención. El prospecto de los Yanquis de Nueva York, que fue asignado a la paralela luego de sufrir una fuerte virosis, se fue de 1-1 con un doble ante los Tigres de Aragua. Defensivamente sacó a un corredor en intento de robo.
La gripe, empero, dejó sus secuelas. “Tengo la hemoglobina baja, como en diez, y me están dando hierro, ácido fórico, vitaminas para recuperar las fuerzas”, precisó el careta que se crió en Guacara, donde jugó ayer contra los Tigres de Aragua. “Me descuidé un poco con lo de la gripe, pero ya me siento mucho mejor. Estoy recuperando el ritmo, y la muestra fue ese doble de hoy (además tomó un boleto). Los Yanquis me han dicho que siga trabajando, que me mantenga jugando en la receptoría, que no me relaje. Sigo jugando con confianza, a veces se pasa por malos momentos y lo importante es poder recuperarse”.
Montero espera estar pronto de regreso al equipo grande, y la intención de la gerencia es repatriarlo la semana que viene. El toletero derecho estaba bateando para .115, sin extrabases y un solo remolque, antes de contraer la virosis. La promesa de los neoyorquinos ha asimilado bien su descenso a las granjas
No hay comentarios:
Publicar un comentario