viernes, 6 de noviembre de 2009

Los yanquis simplemente fueron los mejores y los merecidos campeones


Los Yankees celebran por las calles de la Gran Manzana su 27º título de campeones mundiales de béisbol que obtuvieron el miércoles por la noche al derrotar, en el sexto partido de la eliminatoria de las Series Mundiales, a Filadelfia por 7-3. Más de un millón de aficionados salieron a las calles en el Bajo Manhattan para estar con Alex Rodríguez, Derek Jeter o Mariano Rivera, tres de los mejores jugadores de los Yankees, que fueron parte decisiva en la victoria del club del Bronx neoyorquino en estas Series Mundiales.

La canción "New York, New York" de Frank Sinatra, el himno oficial de los campeones, inundó el nuevo Yankee Stadium en el momento en el que el lanzador Rivera logró eliminar al último bateador de los Phillies.

Después de ganar 103 partidos durante la temporada regular y eliminar a Minnesota y a Los Angeles en los play-offs para llegar a la Final, los Yankees han vencido a los Phillies, que ganaron las Series Mundiales en 2008, por la buena actuación de sus lanzadores y la efectividad de jugadores como Rodríguez, la buena defensa de Jeter y los homeruns del japonés y MVP Matsui.
Los Yanquis alcanzaron el máximo de la esencia del béisbol, como es tener un pitcheo dominante, un bateo explosivo y unos directivos, encabezados por joven, pero bien formado manejador, Joe Girardi, ex compañero de los jugadores más veteranos del equipo al que le dio una unidad interna de los mejores tiempos de Joe Torre.

Los Yanquis llegaron a una temporada que no comenzó bien con todo el escándalo del dopaje de Alex Rodríguez, el jugador mejor pagado en el béisbol de las Grandes Ligas, y luego su posterior lesión de cadera. Pero en ambas circunstancias adversas, el equipo cerró filas en torno al jugador y sobre todo a la intimidad del resto de la plantilla para asegurar que el asunto no fuese una distracción.

La respuesta fue la redención de Rodríguez que volvió al diamante más maduro, arrepentido del consumo de esteroides, mejor persona y con un bate que le ayudó a conseguir su primer título de la Serie Mundial como profesional, el único trofeo que le faltaba conseguir en su brillante carrera profesional de 16 temporadas.

Luego en el campo de juego, de principio a fin fue una máquina de hacer triunfos, algunos no muy brillantes, pero siempre encontró la manera de conseguir ganar que sólo profesionales de la talla de los que posee los Yanquis podían hacerlo.

La demostración más clara la dieron cuando llegó la fase final, donde en la primera serie divisional ante los Mellizos de Minnesota la barrieron en tres partidos, que muy bien podrían haber perdido de no tener toda la clase de peloteros que hay en su plantilla.

Lo mismo sucedió en la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra los Angelinos de Los Ángeles, que lucharon para un 4-2, pero al final también perdieron partidos que les fueron "robados" por la clase de sus figuras estelares, que siempre aparecieron.

El deporte del béisbol también había cumplido con su verdadero axioma y los fundamentos del juego que no son otros que un pitcheo hermético, un bateo explosivo y una defensa segura, todo eso lo pusieron los Yanquis a lo grande y por eso vuelven a ser los reyes del juego pasatiempo nacional en Estados Unidos.

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