Alex Rodríguez se niega a caer en la tentación de hablar de sus logros individuales. Días después de que la mejor postemporada de su vida culminó en un título de Serie Mundial, Rodríguez intentó reflexionar pero no introspectivamente. "Probablemente me tomará dos o tres días para asimilar lo que hemos logrado aquí en equipo", dijo Rodríguez después del desfile de los Yankees por el llamado Cañón de los Héroes.
Rodríguez dejará que sean los demás los que hablen de sus logros personales. Es de esperarse que hablen. En la Serie Mundial, A-Rod bateó .417 con un cuadrangular, seis impulsadas y cinco anotadas. Se destacó aun más en las primeras dos rondas de la postemporada.
También tuvo una temporada regular formidable este año al igual que en 2008, el 2007 y el 2006. El tema de sus impresionantes estadísticas ha sido casi igual de popular que los comentarios sobre sus malos ratos en la postemporada.
Ha habido series de postemporada en las cuales el capitán de los Yankees, el campocorto, Derek Jeter, no ha producido como se esperaba pero nadie ha insistido sobre eso debido a los éxitos que ha cosechado en equipo. Rodríguez nunca tuvo ese lujo, ya que en sus tres postemporadas anteriores había empujado sólo una carrera y los Yankees habían sido eliminados.
De muchas maneras, esos fallos han definido la carrera de Rodríguez. Pero ese ya no es el caso. Rodríguez por fin tiene su anillo.
Ahora, cuando los críticos hablen de Rodríguez, tendrán que hablar no sólo de su 583 jonrones de por vida, sino también de su título de Serie Mundial. Tendrán que tomar en cuenta su anillo al igual que las tres veces que ha sido nombrado como el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Antes de este Clásico de Otoño, entre jugadores activos, sólo Ken Griffey Jr. había jugado en más partidos de temporada regular sin llegar a la Serie Mundial que A-Rod. Ahora Rodríguez es un campeón más uno con bastante éxito. Gran parte de su éxito este año se debe a un cambio de actitud, el cual incluye una renuencia a hablar sobre su estatus, sus estadísticas o su vida.
"Estoy orgulloso por haber seguido el plan", dijo Rodríguez. "Soy pelotero. La meta era llegar y simplificar las cosas este año y eso hice. Creo que es una fórmula que funcionó este año y que funcionará en el futuro. Ganar es la única meta y nunca he sentido algo tan increíble". A Rodríguez le quedan ocho años en su contrato, por lo tanto sabe que probablemente tendrá más oportunidades ser campeón.
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