El hermano mayor del “Rey” Félix, Moisés Hernández, fue el que lanzó la bomba en horas de almuerzo.
“No, papá, el premio se le dieron a Greinke, mi hermano no ganó”, sentenció el pitcher del Cardenales de Lara desilusionado por teléfono. Del otro lado del auricular, la familia real reunida en pleno alrededor del joven monarca enmudeció.
Félix Hernández debía esperar un año más para coronarse como el mejor pitcher de la Liga Americana... Zack Greinke ganó esta vez. “Estábamos preparados para esto. Uno lo quería y de verdad estaban los números, pero uno se queda con lo positivo del año que fue muchísimo”, dijo orgulloso el padre del “Rey”, Félix Hernández papá.“En la casa no estamos para nada tristes. No podemos estar tristes con este año”, narró el progenitor del as de los Marineros de Seattle.
Según él, ahora es que hay tiempo para que su hijo se lleve el premio. “Sólo pedimos salud para que lo intente de nuevo en el futuro. Esto ya es clavo pasado porque pa’trás ni pa’coger impulso”, afirmó con el tono de quien se sabe parte de algo tan brillante como duradero.No obstante, Félix “sénior” aclaró que su hijo fue a esa batalla contra Greinke como “David contra Goliat”.
“Hubo mucha publicidad, no aquí sino afuera, que apoyaba a Greinke. Por eso, esto no nos toma tan de sorpresa, pues se venía venir. La cosa no fue injusta porque Greinke tenía los números, pero igual no era para que la votación quedara así. De todos modos, eso ya no importa. Lo que importa es el futuro, que, con el favor de Dios, será aún mejor”, finalizó.
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