Alex Rodríguez

Una temporada de arranco con una noticia bastante grave A-rod consumió esteroides las criticas no se hicieron esperar, hay quienes dudaron de su condición sus números, terminó de modo amable, gracias a que al fin dio el paso al frente que siempre se le ha exigido. Se ha revindicando en la postemporada del año más difícil de su carrera, no comenzó bien el año, estaba lesionado y tuvo que interrumpir los campos de entrenamiento de su equipo para organizar una conferencia de prensa en la que admitió haber usado sustancias prohibidas en el pasado.

Dichos problemas fueron añadidos a la carreta de críticas que ha seguido a Rodríguez desde que se convirtió en el pelotero mejor pagado en el planeta, cuando firmó un contrato de 252 millones con Texas en el 2001. Sus detractores llevan siete años usando como bandera la inhabilidad de Rodríguez de lucir bien en partidos cruciales, especialmente los de postemporada. Algunos hasta decían que Rodríguez no se había bautizado como Yankee.

A la par del trofeo y anillo de la Serie Mundial, Rodríguez ha ganado respeto, probablemente la única y más significativa carencia que tenía, en una carrera plagada de éxitos, entre cuyas conquistas resaltan tres títulos de Jugador Más Valioso.

A-Rod pasó de batear 159 puntos, con una empujada, en sus 13 juegos previos a esta postemporada, a resumir .365 ahora, con seis jonrones y 18 remolques, las mejores cifras para un artillero de los Yanquis. De esos jonrones, tres fueron en el séptimo inning o después y sirvieron para empatar partidos.

Dicen que en una ocasión Reggie Jackson, el legítimo Mr. Octubre, saludó a Rodríguez con una palmada en la espalda y le dijo: “Oye, tú bateas toneladas de jonrones”. A-Rod lo recibió como un cumplido. Pero al instante, Jackson agregó, “pero tienes que batearlos cuando importa”. Y eso fue lo que Alex hizo este año. Quienes están de cerca en el equipo de los Yanquis hablan de un cambio de actitud en Rodríguez. Se afirma que entendió que el equipo, debe estar por encima de sus intereses personales y se agrupó con los demás. Eso creó una mejor química en la caseta y fue más fácil jugar en conjunto.

Cuando A-Rod se presentó al entrenamiento en febrero, lo hizo bajo el tormento que generó la revelación de que había consumido esteroides. Recién había superado el divorcio y a los pocos días, debió ir al quirófano para reparar su cadera.

sus mejores conexiones las había reservado para el playoffs, precisamente cuando más importaba. Éste fue un A-Rod nuevo, liberado y transformado