sábado, 26 de septiembre de 2009

Laporta ahora es mudo...Guerra en el Camp Nou


Lo que era poco esperable es que el primer golpe bajo al club de esta temporada llegara desde dentro del mismo club. El terremoto desatado por las confesas investigaciones a cuatro vicepresidentes azulgrana ordenadas por el director general del club. El fútbol club Barcelona esta pasando por un momento difícil no es que su plantel este perdiendo vamos que el equipo lo esta haciendo de maravilla demostrando que lo hecho la pasada temporada no fue simple suerte. Lo que lo están pasando mal concretamente son sus directivos que se encuentran en un conflicto. Se les acusa de espionaje.

Tras dos días de silencio, El máximo dirigente barcelonista se ha mantenido en silencio durante los dos últimos días en referencia a la investigación ordenada por el director general corporativo del Barça, Joan Oliver, a los vicepresidentes Jaume Ferrer, Joan Boix, Joan Franquesa y Rafael Yuste a finales de marzo.

El espionaje al que fueron sometidos cuatro de los vicepresidentes del Barça ha roto definitivamente las alianzas y equilibrios internos en la Junta directiva. A pesar de eso y de las réplicas de semejante terremoto, el presidente guarda silencio.

En el Barça, hay ahora dos Barças, Uno viaja feliz por el césped, convertido en una referencia mundial, conquistando títulos y el otro el que esta en un terremoto. El Camp Nou se a vuelto un volcán Esos dos Barças están separados geográficamente. El equipo vive, se entrena y come en Sant Joan Despí, mientras la junta está en Barcelona con sus asuntos internos.

Los argumentos que el director general corporativo del Barcelona, Joan Oliver, ofreció para justificar el espionaje de cuatro vicepresidentes no convencen a nadie. Las encuestas que los medios catalanes han hecho en sus ediciones digitales superan el 75 por ciento de rechazo a la teoría de Oliver.

En el club, piden olvidarlo otra vez todo cuanto antes y seguir adelante. Lo que se avecina es una guerra, y aunque en el Barça no se ha desatado oficialmente ninguna, en el Camp Nou o de sus oficinas el panorama no es el mismo de siempre. Eso si el presidente blaugrana prefiere el silencio el mismo tipo de silencio que ha impuesto durante los últimos meses, desde que uno de los afectados sacara el tema ante las narices de Laporta hasta el pasado jueves, en el que el escándalo estalló públicamente. Esto no es más que una guerra sucia preelectoral.

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