En los últimos dias y semana se han sucedido a velocidad de vértigo noticias, rumores y desmentidos acerca del posible acuerdo entre el Barcelona y Cesc Fábregas de cara a la próxima temporada. Un interés que lleva tiempo rumoreándose y que resurgió cuando Arsene Wenger le ofreció a su capitán un contrato estratosférico para que renovase por los gunners. Lógicamente, el entrenador galo se olía que algo se estaba cociendo a sus espaldas...
Y ese algo, según se supo después, fueron contactos entre el Barça y el entorno de Fábregas para sondear la posibilidad de que el jugador se comprometiera con el que fue su equipo durante la niñez para la próxima temporada. El problema es que la FIFA prohíbe negociar a espaldas del club que posee los derechos de un futbolista, bajo riesgo de sanción...
Además, Cesc siempre ha querido guardar un enorme respeto por el Arsenal, el club donde se ha hecho una estrella, así como por la afición gunner y el entrenador Arsene Wenger. De ahí que el Barcelona acabara publicando un comunicado negando acuerdo alguno con el internacional español. Claro que no hace falta ser muy espabilado para darse cuenta de que negando oficialmente un acuerdo con Cesc lo que se estaba haciendo era dejar bien a las claras que le han tanteado...A todo esto, para acabar, todo el mundo parece estar olvidándose de un actor absolutamente principal, el propio Arsenal, que a fin de cuentas es quien tiene la potestad de vender o no a su futbolista. Y desde luego, los gunners no soltarán a su emblema por 30 millones de euros, como se ha llegado a publicar, sino que la cantidad a desembolsar estará más bien cerca de los 50 'kilos.
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