Pablo Sandoval, que regresó para jugar el séptimo encuentro, lamentó la caída y el fin del yugo turco en finales sobre el Caracas Panda demostró que le duele la camisa de los Navegantes del Magallanes y pese a viajar más de 17 horas, guapeó en el séptimo juego de la serie final. “Fue una experiencia muy bonita porque era mi primera final, no se dio lo que quería todo el equipo pero fue un esfuerzo grande”, expresó Sandoval tras la derrota que le brindó el título a los Leones.
Sandoval sintió frustración aunque considera que Magallanes tuvo un gran año. “Ha sido una temporada excelente, jugamos una buena semifinal y una final muy disputada que nadie se esperaba porque al principio éramos la cenicienta y se dio el todo por el todo y los muchachos hicieron gran trabajo”, resumió.
“Son cosas que pasan, no todos los juegos van a ser perfectos, tenía dos semanas sin jugar estaba entrenando pero es muy distinto entrenar que jugar. El viaje me afectó un poco, venía viajando desde la 11 de la noche del día anterior llegué aquí a las 3:00 pm”, agregó. El slugger de los Gigantes de San Francisco anhela que Magallanes siga encaminado por la senda del triunfo. “Hay que seguir trabajando fuerte. No es una sola temporada sino tienen que ser muchas. Pido salud, dicha y dedicación para todos los peloteros del Magallanes. ¿Volverá a vestir la camisa del Magallanes el año que viene?. “Eso no depende de mi. Eso está en manos de los Gigantes, yo quiero jugar más”.
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