David Beckham está tranquilo en vísperas del partido que el Milán, club en el que está jugando en calidad de cedido por el LA Galaxy hasta final de temporada, disputará el martes en San Siro frente al club en el que se crío y se formó, el Manchester United, en los octavos de final de la Liga de Campeones.Así lo afirma en declaraciones al rotativo "The Sunday Times", en las que reconoce que "obviamente habrá emociones" y en las que señala que está ante lo desconocido: "¿sabes?, nunca he tenido que hacer esto antes, jugar contra uno de mis antiguos equipos"No obstante, el centrocampista internacional inglés dice que ver enfrente el escudo del club del que se declara "aficionado incondicional "no será un problema" en lo futbolístico, porque está "acostumbrado a jugar partidos de la máxima importancia".
El partido de ida de los octavos, que añadirá otro elemento histórico al tratarse de partido número 100 en la máxima competición europea que juega el Milán en San Siro, será el aperitivo de la esperada vuelta de Beckham, dos semanas después, a Old Trafford."Se ha hablado tanto de mi vuelta a Manchester en el partido de vuelta, porque será la primera vez que vuelva allí jugando para un club después de siete años", afirma el futbolista"Pero este vínculo -añade- no tiene que ver sólo con que yo juegue contra el United, tiene que ver con el Milán. Es sobre dos grandes clubes que se encuentran y eso es lo que hace que sea un partido tan importante para los equipos y para los aficionados".
Siguiendo en el terreno de estrictamente deportivo, Beckham, que asegura que sigue viendo los partidos del Manchester esté donde esté, advierte de que "el United está ahora en una gran racha, lo que significa que va a ser muy difícil para nosotros".La principal amenaza por parte de los "red devils", afirma, es Wayne Rooney, de quien dice que atraviesa un momento de forma y fútbol comparable al del mejor Ronaldinho en el Barcelona.
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