El Milan siempre es el Milan y en el Bernabéu se demostró otra vez. Podemos ganar la Champions y la lucha por el Scudetto no está perdida. Que manera de estrenarse en una competición tan importante como lo es Champions con dos golazos, puso en órbita al Milán, bajó del pedestal a los galácticos de Florentino Pérez y sobre todo silencio a todos los presentes. El enfrentamiento entre una galaxia y un geriátrico. Muchos apostaron por la orbita galáctica porque esperaban la resurrección deportiva o el hundimiento definitivo de Ronaldinho, pero a la hora de la verdad el Madrid-Milan estuvo marcado por un nombre propio: el de Alexandre Pato.
Se llevó todo el protagonismo de un partido el chico Brasileño que ha servido para que los blancos hayan bajado de la nube y para que los ‘tifosi’ milanistas crean aún aunque es difícil hacerlo en un equipo que necesita un relevo generacional que Pato parece dispuesto a ofrecer... en medio de un amplio grupo de treintañeros.
Con la ilusión de sus veinte años y todavía con el palmarés a cero como ‘rossonero’, Pato reconoce que vivió en Madrid la mejor jornada como futbolista, por encima de la que le proporcionó ganar el Mundial de Clubs con el Sao Paulo, en la final de 2006 frente al FC Barcelona.
“Recordaré la noche del Bernabéu como el día más importante de mi vida deportiva. Marqué mis dos primeros goles en Champions y fue un partido mágico para mí y para el equipo”. De hecho tenía el presentimiento de que iba a hacer un gran partido.
Sin duda fue la noche de pato la jornada de el su mejor encuentro y con una sonrisa de oreja a oreja salio victorioso con su Milán del Bernabeu.
Se llevó todo el protagonismo de un partido el chico Brasileño que ha servido para que los blancos hayan bajado de la nube y para que los ‘tifosi’ milanistas crean aún aunque es difícil hacerlo en un equipo que necesita un relevo generacional que Pato parece dispuesto a ofrecer... en medio de un amplio grupo de treintañeros.
Con la ilusión de sus veinte años y todavía con el palmarés a cero como ‘rossonero’, Pato reconoce que vivió en Madrid la mejor jornada como futbolista, por encima de la que le proporcionó ganar el Mundial de Clubs con el Sao Paulo, en la final de 2006 frente al FC Barcelona.
“Recordaré la noche del Bernabéu como el día más importante de mi vida deportiva. Marqué mis dos primeros goles en Champions y fue un partido mágico para mí y para el equipo”. De hecho tenía el presentimiento de que iba a hacer un gran partido.
Sin duda fue la noche de pato la jornada de el su mejor encuentro y con una sonrisa de oreja a oreja salio victorioso con su Milán del Bernabeu.
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