Un Kaka Galáctico

Primero quiero dejar algo bien claro. Le deseo mucho éxito a Kaká en su nuevo reto profesional como jugador del Real Madrid, eso si la tristeza me embarga abandona a mi gran club milanista. En su nueva casa como lo será el Santiago Bernabeu seguramente vivirá grandes alegrías y obtendrá mucho reconocimiento, pero también vendrá con este cambio de aires una gran presión por la etiqueta de Mesías con la que llega el jugador más talentoso de la verdeamarela al cuadro merengue. Kaká ha sido un deportista ejemplar dentro y fuera de la cancha y por eso lo respeto y admiro.

Muchos aficionados del Milán han manifestado su enojo con el club por permitir que se marchara su mayor figura, ¿Qué hizo Kaká? Muy sencillo. Aprovechó una oferta que económicamente le reportará una mejora sustancial a sus finanzas y también la oportunidad de crecer profesionalmente y globalizar aún más la calidad de su fútbol que, al final del día, también es su trabajo.

Está más que claro por qué Kaká le dijo no, gracias al City y a una oferta que superaba lo que va a ganar próximamente en el Madrid. No fue por puro amor a la camiseta. Tampoco por el deseo de terminar su carrera con el Milán y emular a Paolo Maldini. Sí, Kaká demostró que el dinero no es todo pero también que un atleta profesional tiene todo el derecho de elegir la mejor opción para su futuro y no por ello tener que ser crucificado por quienes antes le tuvieron como ídolo.

No faltará quien me diga que Kaká se va al Madrid porque busca ganar títulos. Kaká se va al Madrid como muchos de nosotros nos hemos ido de un trabajo a otro. Algunas veces con nostalgia y agradecimiento pero pensando haber tomado la decisión correcta para nuestro futuro profesional y personal. el fútbol, más allá del color de la camiseta, es también su trabajo.