viernes, 12 de junio de 2009

Dejen libre a Beckham

Dejen ir a David Beckham. Es lo mejor para la MLS y para el futbolista inglés. A primera vista, hace unas semanas la noticia de que Beckham quería quedarse en el AC Milán sonó para muchos como una bofetada al Galaxy y al fútbol de Estados Unidos. Beckham dejaba la MLS después de dos años y cuando todavía le quedaban tres de contrato.

Bruce Arena lanzó un grito y la MLS se molestó. Primero Beckham ya cumplió con su misión de fortalecer a la MLS. Gracias al inglés, el campeonato estadounidense ganó respeto y credibilidad internacional, y fue un excelente embajador al ayudar a promover la marca del Galaxy y la MLS. Gracias a él, el Galaxy batió récord en ventas de camisetas y boletos.

Pero su imagen empezó a decaer en 2008. Su presencia ya no llenaba los estadios cuando el Galaxy jugaba de visitante y su equipo no clasificó a la postemporada. Incluso perdió su contrato con la empresa Pepsi. Por eso quiso jugar con el AC Milán.

Otra razón es que la liga y el fútbol de Estados Unidos están en mejor situación que cuando llegó el inglés hace dos años. La MLS cuenta con 15 equipos, y Filadelfia tendrá equipo en 2010.

Beckham siempre ha sido un futbolista limitado. Un gran jugador con sus tiros de falta y centro, pero, al fin y al cabo, de una sola dimensión. Cuando llegó al Real Madrid, también fracasó porque lo pusieron a jugar de volante central, condiciones que no tiene. Recuperó su nivel en el Madrid cuando Fabio Capello lo puso en la banda derecha a servir centros. Beckham es un gran especialista en tiros y centros, un futbolista trabajador, disciplinado, que en dos o tres jugadas puede marcar la diferencia. Por eso, en el Milán está teniendo un gran impacto. No es el líder y no tiene que llevar el peso del equipo, cosa que hacen Pirlo, Gattuso y Kaká.

Además, sería contraproducente tenerlo a disgusto, y lo acabarían pagando el Galaxy y la MLS. El conjunto angelino debería sacar ventaja de esta situación y venderlo por varios millones de dólares más un jugador que podría ser Andriy Shevchenko.

Además, con la salida de Beckham, Gallardo y Davino, la MLS va a ahorrarse mucho dinero, alrededor de 9 millones de dólares, y en estos tiempos de crisis, un poco de ahorro no viene mal. El fútbol de Estados Unidos ya no necesita ningún salvador, y a pesar de la recesión económica que vive el país, su base financiera está mejor que nunca. Beckham ha demostrado que todavía tiene buenos años y que puede competir en el exigente fútbol italiano.

El Mundial de Sudáfrica está a la vuelta de la esquina, y aunque el Spice Boy también es una marca que genera millones, al fin y al cabo es un futbolista con orgullo que quiere competir al máximo nivel. Además, las millones de fanáticas de Beckham no tienen que preocuparse.


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