jueves, 26 de marzo de 2009

Como explicar la derrota

¿Quién se iba imaginar que Venezuela, el favorito para jugar mañana en la final iba a derrumbarse en el mismo primer episodio? Un vulnerable Carlos Silva fue castigado con cinco carreras apenas iniciado el encuentro. La inspirada selección vinotinto se desinfló por completo y cayó a los pies de los coreanos que los vencieron por 10-2 ante 43,378 aficionados congregados anoche en el Dodger Stadium.

Con el pitcheo como bastión y construyendo lo que sería el emotivo desenlace en las primeras cambio La catástrofe de los venezolanos comenzó cuando el siempre confiable jardinero derecho Bobby Abreu dejó caer un globo de rutina de Jeong Keunwoo que en otras ocasiones los atrapa casi con los ojos cerrados. La marfilada del ahora miembro de los Angels de Los Ángeles-Anaheim no terminó ahí. Su tiro a la segunda tratando de detener el avance de Keunwoo fue lento y al piso por lo que el paracorto Marco Scutáro no pudo retenerlo. Un error imperdonable para un grandes ligas. Silva fue relevado por Enrique González quien detuvo un poco la artillería asiática.

El tercer cuadrangular del Clásico de Carlos Guillén entregó la segunda rayita a Venezuela cuando ya todo estaba en cenizas. Luis Sojo se frotaba constantemente los ojos como si lo que estaba viviendo era un sueño espantoso. Una pesadilla. El joven piloto venezolano había anticipado que el trofeo del Clásico tenía más valor para él que los cinco anillos de Serie Mundial logrados con los Azulejos de Toronto (1993) y Yanquis de Nueva York (1996, 1998, 1999 y 2000). Lastima que el mismo no ayudo a que fuera asi.

Más allá de todas las controversias que giraron alrededor del combinado nacional, estar entre las 4 selecciones más poderosas del béisbol, es sin duda motivo de orgullo para todos los vinotintos. Pese a los errores y las criticas es bueno decirlo que orgullo es ser una potencial beisbolera y estar entre las 5 mejores del mundo. Obviamente, todos llegamos a este encuentro ante los asiáticos, con la vista puesta en el campeonato. Desde Sojo y su cuerpo técnico, hasta el más incrédulo y apático de los fanáticos venezolanos, soñaron el el título. Pero Korea nos dio una lección de béisbol y de fundamentos. Y es que en ésta edición del Clásico no falto preparación, ni mucho menos entrega de los peloteros. No faltó organización, ni tickets para los familiares de los jugadores, ni aparecieron las comidas en los mcdonalds. Para nada. Nos ganaron, antes que Korea, los nervios. Los errores nos hundieron.

Batazos cortos y largos, extraordinarias jugadas defensivas, pitcheo estelar y cinco errores venezolanos fueron los ingredientes de la obra maestra de los surcoreanos. Bueno hasta el próximo clásico porque como dicen del los segundos nadie se acuerda.

¿Clásico o Caimanera mundial?

El béisbol venezolano mostró en cualquier terreno que posee calidad. El equipo criollo, sin contar con sus mejores hombres, tiene una foja lograda con la intensidad que caracteriza al pueblo venezolano. Estoy convencida de que el equipo del 2009 era superior al del Clásico del 2006. En esta oportunidad el combinado nacional llego con menos estrellas pero con más hombres dispuestos a hacer el trabajo, había menos aires de superioridad y de estrellas. A pesar de los pesares, el Clásico Mundial de Béisbol ha continuado regando éxitos.
Antes de empezar a hablar sobre el balance del equipo venezolano es bueno hacer un poco de mención en un acontecimiento que sucedió en la selección venezolana y no es más que la persecución que vivió uno de los jugadores del tricolor para ser mas concreto Magglio Ordóñez los abucheos de los fanáticos hacia Magglio Ordóñez. No lo pitaron porque su bateo en el Clásico Mundial fue pirrico Lo hostigaron por ser chavista y haber expresado públicamente su parcialidad política. Pero ahora este tipo de situaciones cuando personas con imagen publica y que trabajan para un publico y son imagen a seguir se mezclan con la política. Los fanáticos no pararon de gritar ¡Chavista, chavista! en rechazo a la posición política de Ordóñez. Algunos hinchas incluso desearon que lo expulsaran de las Grandes Ligas, es posible incluso que muchos desearan el triunfo criollo pero el fracaso de Magglio, aunque ligando eso traiga consigo el riesgo de la derrota.
Los aficionados que pagan un boleto y tienen el derecho de gritar lo que quieran, incluyendo contra sus propios jugadores y su país. Definitivamente, es nocivo mezclar política con deporte, en Venezuela con el deporte hay que jugar center field. La práctica deportiva y el seguimiento a las selecciones nacionales y equipos profesionales, no debe estar contaminada por la polarización que enferma a la sociedad venezolana. Por el contrario, pudiera ser uno de los canales idóneos para transitar hacia la reconciliación.
Muchos de nuestros jóvenes peloteros demostraron que Venezuela cuenta con un gran relevo de futuro en béisbol, lastima que no fue suficiente para obtener el titulo.